viernes, 17 de mayo de 2024

RIESGOS ERGONÓMICOS: CÓMO ACTUAR FRENTE A ELLOS


 El término ergonomía se está abriendo paso cada vez más en el entorno laboral. Nos estamos acostumbrando a escuchar la palabra ergonomía y todas sus derivadas en el trabajo, en la calle, en la publicidad, a la hora de comprar mobiliario, etc... 

Pero, ¿ realmente sabemos qué es la ergonomía ? 

La ergonomía es la disciplina que se encarga de diseñar el trabajo para acomodar las necesidades de la persona trabajadora al desempeño de sus funciones. Se trata de diseñar el puesto de trabajo, las tareas a realizar y las herramientas a utilizar de manera que el trabajador o trabajadora realice su trabajo con eficiencia y bienestar. Un trabajo bien diseñado debe optimizar la productividad sin perjudicar la salud de la persona trabajadora, debe ser cómodo y seguro. Ese es el objetivo de la ergonomía.

 ¿ Por qué es tan importante la ergonomía ? 

Porque cuando realizamos un trabajo en el que mantenemos posturas incómodas o forzadas durante un tiempo prolongado, realizamos movimientos repetitivos o existen condiciones ambientales en nuestro trabajo que nos incomodan o nos producen malestar ( poca iluminación, exceso de ruido, temperaturas extremas, etc... ) se produce un estrés corporal, el sistema musculoesquelético se ve afectado y aparecen síntomas como fatiga, cansancio, y dolores musculares, llegando en muchas ocasiones a convertirse en trastornos musculoesqueléticos crónicos.

 Por tanto, podemos decir que UN RIESGO ERGONÓMICO es la posibilidad de sufrir un trastorno musculoesquelético por factores de riesgo provocados por la interacción inadecuada entre la persona y el trabajo que realiza. Son riesgos derivados de la ausencia de una correcta ergonomía laboral. De ahí su importancia. Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo ( EU-OSHA ), los factores de riesgo ergonómico son situaciones laborales que causan desgaste en el cuerpo y pueden causar lesiones. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo distingue como factores de riesgo ergonómico:

– factores ambientales: cuando las condiciones físicas y ambientales del lugar de trabajo no son las adecuadas provocan un disconfort que si se mantiene en el tiempo de forma prolongada puede afectar a nuestra salud.

 – factores relacionados con la carga de trabajo: se convierten en riesgos ergonómicos cuando existe un desajuste entre las exigencias que supone el desempeño de la tarea y las capacidades físicas o mentales de la persona trabajadora. Este desequilibrio provoca serios daños para la salud al tener que realizar de forma continuada un sobreesfuerzo físico, psíquico o ambos a la vez.

 Sin embargo, hablar de riesgos ergonómicos no se reduce únicamente a exponer situaciones laborales que pueden producir daños en la salud como consecuencia de la inadecuación o desequilibrios en los factores de riesgos antes mencionados. Las consecuencias de los riesgos ergonómicos van más allá de los Trastornos Músculoesqueléticos. Desde un punto de vista global, existen otros factores que pueden provocar problemas serios de salud si no son analizados y tenidos en cuenta en un diseño adecuado del puesto de trabajo que proporcione salud y bienestar. Nos referimos a factores relacionados con el entorno social, tecnológico y organizacional del trabajo:

 – características de la tarea,

 – equipos y herramientas, 

– organización del trabajo,

 – ambiente laboral, 

– etc... 

Si estos factores no están bien diseñados o existe un desajuste entre ellos y la capacidad o necesidad de la persona trabajadora, pueden convertirse en riesgos ergonómicos que afectan a la salud de la misma produciendo estrés laboral, agotamiento, depresión, tensión y dolor muscular, etc... 

 ¿ Cómo prevenir estos riesgos ? Y si no podemos prevenirlos, ¿ cómo podemos reducirlos ? 

La prevención de estos riesgos debe estar fundamentada en uno de los principios básicos de la acción preventiva, adaptar el trabajo a la persona, a sus características físicas y mentales, de manera que la carga de trabajo sea la adecuada para cada trabajador/a. 

Para ello, debemos analizar el puesto de trabajo para identificar los riesgos existentes y buscar la solución más adecuada. Os indicamos alguna de ellas:

 a) Rediseñar la organización del trabajo ( ejemplo, mediante rotación de tareas u otros sistemas de trabajo, adaptar el ritmo de trabajo a la persona , ... ).

 b) Cambiar el mobiliario y el equipo, de manera que su utilización durante jornadas prolongadas no afecte a la saluld de la persona trabajadora, teniendo en cuenta la altura de planos de trabajo, los espacios, alcances, etc...

 c) Formar a los trabajadores y trabajadoras en técnicas ergonómicas, de forma que el desempeño de sus funciones no les suponga un riesgo para su seguridad y salud. 

d) Realizar pausas para recuperarnos de la fatiga si hemos realizado un sobreesfuerzo. 

e) Cambiar de postura cada cierto tiempo y hacer ejercicios de estiramientos tras mantener la misma postura durante un tiempo prolongado. 

Si sufres trastornos músculo-esqueléticos como consecuencia del trabajo que realizas, si sientes estrés tensional y laboral o si observas que tu puesto de trabajo no reúne las condiciones ergonómicas adecuadas y te afecta a tu salud, ponte en contacto con el delegado o delegada de FACUSO de tu sector y de tu zona. Ellos pueden ayudarte. 

TUS DERECHOS EN PREVENCIÓN, NUESTRO TRABAJO