El estrés
térmico y los ambientes térmicos extremos no son en ocasiones tenidos en cuenta
como condiciones de trabajo peligrosas, y lo son porque estamos ante
temperaturas alejadas del confort para el trabajador. Por lo tanto, es
importante contar con métodos para evaluar si el ambiente de un puesto de
trabajo corre el riesgo de provocar estrés térmico. Para ello, podemos analizar
varios factores de riesgo, comenzando por las variables termo higrométricas:
- la temperatura del aire que rodea al trabajador.
- la temperatura radiante media de los objetos que rodean a la persona en el puesto de trabajo.
- la temperatura de globo, que tiene en cuenta los efectos de las anteriores y la velocidad del aire.
- la humedad relativa, que es la relación entre la cantidad de vapor de agua presente en una masa de aire y la cantidad máxima que admitiría esa misma masa, antes de saturarse y precipitar el agua en forma de niebla. Se expresa en porcentaje.