El IPC general y el estructural suben en julio, mientras que los alimentos registran en solo dos años un aumento del 25 %
Alimentación, combustibles… la inflación no da tregua y el índice general del IPC vuelve a subir en julio, el 2,3 %, cuatro décimas por encima de lo que subió el mes anterior. Pero aún más, también el IPC subyacente vuelve a incrementarse, y esta inflación más estructural supera de nuevo el 6 %, un 6,2 %, tres décimas más que en junio.
Los alimentos siguen siendo el principal azote de los bolsillos medios, con una subida del 10,8 %, especialmente por las frutas y el aceite. También el transporte izó el IPC y esto repercute en los precios de todos los territorios extrapeninsulares, los que mantienen una inflación más alta; tanto las islas, por encima del 3 %, como las ciudades autónomas, que superan el 4 %.
“Más allá de estos vaivenes de décimas de un mes a otro, el problema es que las subidas más escandalosas se ceban con los productos más básicos, por lo que la inflación que sufrimos es mayor. Podemos recortar en viajes y ocio, pero los alimentos han subido desde 2021 un 25 %. Un 25 % en dos años. Eso es algo que ningún hogar puede evitar”, denuncia Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Gestión de Proyectos de USO.