Presentarte a unas oposiciones cada 5 años con riesgo de no aprobar en alguna ocasión, trabajar enlazando contratos temporales sin poder disfrutar vacaciones al liquidarse los mismos, llevar en algunos casos hasta 18 años en una bolsa de empleo sin esperanzas de una estabilidad de futuro...
Esta es la realidad que viven los interinos de AENA, personas con experiencia, muy bien formadas, perfectamente cualificadas, con ganas de trabajar y amor por su trabajo, que se juegan el empleo en exámenes periódicos y que se ven sin posibilidad de consolidar una plaza, ya que están reservadas en primera instancia a los empleados fijos que quieren promocionar.
Por tanto, cuando el ente semipúblico promociona en provisión interna, deja en la calle a la persona que le ha resuelto la papeleta por un empleado que ya tiene puesto fijo, tan sólo realizando una prueba. Esta situación provoca una altísima temporalidad muy criticada en España por parte de Europa.