Según la última EPA, 2022 cerró con una temporalidad en la Administración pública del 30,2 %, frente al 14,8 % del sector privado, aunque se redujo ligeramente con respecto a 2021.
En 2022, la mayor precarización del empleo se da en la Administración pública, que duplica la tasa de temporalidad del sector privado. Así, los temporales de todo tipo en la Administración suponen un 30,2 % del total de las plantillas, con un efecto mínimo de los acuerdos de estabilización (2021 acabó con el 31 % de temporales). La temporalidad está aún por encima de los dos años precedentes (29,9 % en 2020; 27,8 antes de la pandemia). La Administración pública duplica la tasa de temporalidad del sector privado, que es del 14,8 %.