Se inició en
2017 el proyecto de receta electrónica en la Mutualidad. En el Plan de
Impulso 2017-2020 se incluye el proyecto de implantación, tanto para los
mutualistas de adscripción a entidades de seguro como para aquellos que han
elegido el INSS.
Para poder
llevar a cabo este proyecto se ha tenido que realizar un plan completo de
alianzas con los distintos actores, públicos y privados (servicios públicos
de salud, Ministerio de Sanidad, Organización médica Colegial, INSS-
Tesorería, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia, etc).
Durante el estado de alarma
de la crisis sanitaria iniciada en marzo de 2020, se evidencian las bondades de la receta electrónica y
se hacen más patentes, si cabe, los perjuicios de no contar con ella. Se
torna imperioso vencer las dificultades y apostar por articular opciones,
aunque sea de modo provisional.