Con la excusa de la crisis
económica que hemos padecido en los últimos años, los sucesivos gobiernos han
aprovechado la ocasión para recortar y exprimir al máximo a sus empleados
-bajada del 5%, robo de una paga extra, congelaciones…etc-, tal y como haría
cualquier empresa. Como consecuencia de esta política, se inició una serie de
recortes retributivos, llegando a afectar a algo tan elemental como es la
Acción Social, obviando que esta no es algo graciable que da o quita el
gobierno de turno, sino que pertenece a la masa salarial de los trabajadores.
Los fondos de la Acción Social proceden de la masa retributiva, o sea, son
parte de nuestros salarios y como tales, nos tiene que ser restituidos.