Los trabajos relacionados con el sector sanitario, ya sea en hospitales, laboratorios, consultorios, etc, al no pertenecer a un sector industrial puramente dicho, puede parecer que no están sujetos a riesgos laborales significativos. Sin embargo, un análisis en profundidad realizado por los expertos en prevención desmiente de forma radical esa imagen de ‘actividad exenta de riesgos’ o de riesgos ‘light’.Desde el punto de vista preventivo, en los centros sanitarios se dan dos tipos de riesgos laborales en función de su origen:
- Riesgos asociados al lugar de trabajo originados por el estado material de la construcción, dependiente tanto de su diseño como de su instalación y mantenimiento.
- Riesgos específicos originados por actividades, instalaciones y equipos propios del sector sanitario.
En cuanto a los primeros, riesgos propios de todo lugar de trabajo, tenemos que tener en cuenta que gran parte de la actividad sanitaria se realiza en edificios cerrados y frecuentemente con cierta complejidad estructural, tanto en dimensiones como en distribución. Además, los locales sanitarios, por su carácter de servicio a la sociedad, son lugares compartidos con el público (pacientes y familiares).