Trabajar con altas temperaturas o calor extremo, bien en exterior o en interior, tiene unos riesgos para nuestra salud que debemos prevenir
La llegada del verano nos trae episodios de altas temperaturas o calor extremo que nos afectan al trabajar. Estas altas temperaturas modifican las condiciones en las que desarrollamos nuestra actividad laboral y, por lo tanto, suponen un riesgo más para nuestra salud que debemos tener en cuenta.
¿Qué riesgos supone trabajar con altas temperaturas?
Trabajando con temperaturas elevadas, estamos expuestos a sufrir alguna de las siguientes situaciones:
- Golpe de calor: aumento de la temperatura corporal que puede llegar a ser mortal.
- Agotamiento por calor: sensación de fatiga extrema, náuseas, mareos.
- Deshidratación: pérdida excesiva de líquidos y electrolitos.
- Quemaduras solares: daño en la piel por exposición al sol.
Es importante tener en cuenta que, si a las altas temperaturas añadimos el factor de trabajo físico, las posibilidades de sufrir alguna de las situaciones anteriores aumentan.