Llega el fin de curso y miles de familias se verán afectadas de nuevo por la falta de medidas de conciliación de la vida laboral y familiar durante las vacaciones de verano. Muchas de ellas se verán obligadas a solicitar medidas de adaptación o reducción de la jornada o, en el peor de los casos, a tener que coger una excedencia para cuidar a los hijos en el periodo de vacaciones escolares.
Estas medidas de conciliación, aún a día de hoy, siguen siendo solicitadas y asumidas mayoritariamente por las mujeres, debido a que perciben ingresos inferiores y su reducción o eliminación perjudican en menor medida a la economía familiar.