La Cumbre Social ha decidido hacer un llamamiento a la ciudadanía para que participe en las movilizaciones que se convocarán contra el paro, la corrupción y los desahucios en las próximas semanas.
Los datos del paro aparecidos recientemente expresan sin paliativos el
fracaso de las políticas de austeridad y de recortes que se vienen aplicando
por los sucesivos gobiernos desde mayo de 2010.
Es el fracaso de las dos
reformas laborales que se han impuesto y de las políticas de devaluación
interna aplicadas lo que ha provocado el empobrecimiento generalizado de la
mayoría de la sociedad y el deterioro del consumo y de la actividad económica.
Al mismo tiempo, el rescate del sector financiero, que paga la ciudadanía con
sus impuestos, está suponiendo una reestructuración del sector a costa de miles
de puestos de trabajo, lo que puede generar la exclusión financiera y la
persistencia del bloqueo del crédito, sin el cual tampoco puede animarse la
actividad económica.
El principal problema que tiene nuestro país es el desempleo. Seis millones
de personas en paro, dos millones de personas que no reciben prestación alguna,
1,8 millones de hogares con todos sus miembros sin empleo y el incremento al
27% de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza, dibujan una
sociedad desvertebrada y con serios riesgos de exclusión social.