REPULSA Y CONDENA A LAS MANIFESTACIONES VERTIDAS
POR EL PRESIDENTE DE LOS EMPRESARIOS
Los empleados y empleadas públicos estamos hartos de que culpen de los males de
este país a los servicios públicos y sus trabajadores y trabajadoras.
En poco tiempo, con recortes del 5%, congelaciones
salariales, aumento del IPC y reducciones en otros conceptos, los empleados
públicos en menos de un año, hemos tenido realmente una bajada de retribuciones
superior al 12%.
El presidente de la
CEOE ha vuelto a la carga en sus declaraciones contra los empleados y empleadas
públicos, proponiendo una importante reducción del número de empleados
públicos mediante despidos masivos, basándose en unos estudios, al parecer
realizados por su organización, (no sabíamos que la ordenación de la
Administración fuese también competencia de los empresarios privados), el Sr.
Rosell se permite el lujo de manifestar que sobran 900.000 funcionarios en
nuestro país, y que los mismos deberán ser recolocados o despedidos.
Desde FEP-USO nos
gustaría recordarle al Sr. Rosell que, en España, el número de empleados
públicos está muy por debajo de las cifras existentes en los países de nuestro
entorno europeo, lo que se refleja en los porcentajes respecto a la población
activa, muy por debajo también de la media europea.
Además de proponer
para los suyos “mini empleos” con sueldos de 400 euros y con
"flexibilidad total”, ahora se dedica también a juzgar políticas, a instar
al futuro presidente Rajoy a que tome nota de los recortes en Italia y a
bendecir con su aprobación el tijeretazo de Catalunya.
En una rueda de
prensa, el hasta ahora presidente de los empresarios, pero al parecer aspirante
a Ministro de Administraciones Públicas, presentó sendos informes sobre la
eficiencia del sector público y el traspaso de competencias, terminando por
proponer el despido libre, mediante fórmulas que nos retrotraen a ambientes
decimonónicos, dónde la situación generalizada era situar en los cargos
públicos a las personas “adictas al régimen” con independencia de su idoneidad
para el cargo, lo que sumió a nuestro país en oscuras épocas de caciquismo y
redes clientelares.
Desde FEP-USO queremos
recordarle que la inamovilidad de los empleados públicos es una de las
principales garantías para conseguir la independencia de la Función Pública, y
en definitiva del Estado, y que esta conquista proviene ya del Estatuto de
1918.
Desde FEP-USO instamos
al Sr. Rosell a que ponga sobre la mesa los datos sobre niveles de absentismo
en las AAPP y quiénes son esos compañeros y compañeras que, según sus
declaraciones, se pasan el día de brazos cruzados por no tener trabajo, porque
nosotros a los únicos que conocemos son a los abnegados empleados y empleadas
públicos, que pese a las brutas pérdidas de poder adquisitivo y recortes
salariales padecidas en los últimos años, siguen desempeñando eficazmente su
trabajo en beneficio y como servicio de la sociedad española.