Aunque la Ley de
Prevención de riesgos Laborales establece las garantías y responsabilidades
necesarias para garantizar un adecuado nivel de protección de la salud de los
trabajadores y trabajadoras frente a los riesgos derivados de las condiciones
de trabajo, lo cierto es que existen riesgos o condiciones laborales que son
inherentes al trabajo que se desarrolla y que no pueden mejorarse por más que
se pongan los medios de prevención correspondientes. Esos riesgos son los que
pueden llegar a catalogar un puesto de trabajo como peligroso o penoso, por su
dificultad de las condiciones de trabajo, lo que implica el reconocimiento del
derecho del trabajador o trabajadora a
percibir un complemento en su nómina por tal circunstancia laboral.
La plantilla del personal
que realiza labores de vigilancia en las Demarcaciones y Servicios Provinciales
de Costas, encuadrados en la estructura orgánica del MAPAMA, como son los
Agentes Medioambientales (personal funcionario) y Técnicos del Servicio de
Vigilancia (personal laboral), realizan funciones de prevención de infracciones
y la defensa del dominio público. En
esta labor, tienen en común la existencia de una serie de riesgos derivados del
desarrollo de su trabajo diario.
Entre estos riesgos
podríamos destacar: un elevado número de horas a la semana conduciendo
vehículos oficiales por todo tipo de vías (pistas no asfaltadas, terrenos
frágiles, autovías de tráfico intenso); el tránsito a pie por lugares que
suponen riesgos de caída, desprendimientos, hundimientos, alcance por el oleaje
(acantilados, taludes, etc); las condiciones de exposición a elevadas
temperaturas o intensa radiación solar en trayectos largos o alejados de zonas
pobladas; y las actuaciones de desalojo de ocupaciones ilegales del dominio
público (que implican riesgo de agresión).
Son numerosos los
compañeros/as que realizan en las labores de vigilancia más de 2.000 km
mensuales de recorrido con vehículo oficial, o que participan mensualmente en
actuaciones en las que es preciso ir acompañados por miembros de los cuerpos
policiales por el riesgo que conllevan.
Sin embargo, hasta
ahora, el Ministerio se ha negado a reconocer a esta parte de la plantilla el
derecho a percibir un complemento específico acorde con el nivel de riesgo o
penosidad que sufre, y por tanto, cobra el mismo complemento que cualquier otro
empleado público del mismo nivel que no realice estas actuaciones de riesgo.
Igualmente, el Ministerio se ha negado a reconocer el derecho a percibir un
complemento especial de penosidad al efecto, por el número de horas efectivas
en las labores de vigilancia, aludiendo a causas tan variopintas como la
discriminación con el resto del personal o el déficit presupuestario.
Mientras que en otros
cuerpos y escalas de la Administración sí que existe algún tipo de complemento
especial que reconoce estas condiciones gravosas e inevitables, propias del
tipo de trabajo que se tiene que desarrollar, en los Servicios de Vigilancia de
Costas y Cuencas Hidrográficas del MAPAMA, siguen careciendo de este derecho, a
pesar de haberse solicitado su reconocimiento mediante escrito colectivo.
Es por esta razón, que
desde la FEP-USO-CANARIAS vamos a iniciar una campaña de reivindicación para
que estas plantillas del personal de los servicios de vigilancia vean
reconocido su derecho a la percepción de un complemento especial o al
incremento de su complemento específico, en función del riesgo y penosidad real
que soportan a diario en su puesto de trabajo.