La desescalada llega también a prisiones. El BOE ha
publicado una orden ministerial que flexibiliza las restricciones impuestas en
los centros penitenciarios con motivo del covid-19.
La vuelta a
normalidad a los centros penitenciarios o desescalada en prisiones ha
causado gran malestar entre los trabajadores de instituciones penitenciarias ya
que se retoman actividades y comunicaciones sin tener en cuenta la situación de
la pandemia en la comunidad autónoma en la que se encuentra ubicado el centro
penitenciario.
La Federación de Atención a la Ciudadanía de USO
(FAC-USO) considera esta desescalada en prisiones como una medida irresponsable
ya que no tiene en cuenta la verdadera realidad penitenciaria. “No se pueden
volver a abrir las comunicaciones ordinarias porque se realizan en unos locutorios
muy pequeños en los que se entra por turnos de cuatro en cuatro
personas. Tampoco se pueden reanudar las actividades educativas,
deportivas y culturales en los centros penitenciarios igual que no se han
reanudado en el resto del país. Además, la posibilidad de revertir esta
flexibilización, en el caso de que así se aconsejase, afectaría muy
negativamente a la población reclusa”, explica José Joaquín Castro, secretario
de Desarrollo Sindical de FAC-USO.
En esta desescalada en prisiones tampoco se han
tenido en cuenta aspectos como la incorporación de personal perteneciente a las
ONG como consecuencia de la reanudación de actividades, la falta total de
protocolos de actuación o la ausencia de test serológicos. “Con cuatro
fallecidos por culpa del covid-19 creemos que no es necesario hacer las cosas
con prisas, sino hacerlas bien”, afirma Castro.