El Gabinete de Seguridad y Salud de USO resume las
directrices de la Guía de la Agencia Europea de la Salud y Seguridad en el
Trabajo (EU-OSHA) para la vuelta al trabajo
La
Agencia Europea de Salud y la Seguridad en el Trabajo (EU-OSHA) ha publicado
una guía de medidas no vinculantes que pretenden ayudar a seguir unas pautas
preventivas en la vuelta al trabajo. Si existen dudas específicas al respecto,
debemos ponernos en contacto con el Servicio de Salud o Inspección de Trabajo.
Desde
USO coincidimos plenamente con la Agencia cuando afirman que los Comités de
Seguridad y Seguridad o Delegados de Prevención están en una posición única
para articular políticas preventivas y garantizar que se apliquen con éxito en
la vuelta al trabajo.
Además,
estamos ante la posibilidad de poder producir un cambio real en la cultura
preventiva de la sociedad en general. Las generaciones futuras están
comprobando lo importante que es la prevención en el lugar de trabajo para
evitar riesgos que pueden costar la vida. Ante estas premisas, esperamos que en
el futuro no haya que sancionar por no utilizar los EPI o por no seguir los
procedimientos seguros de trabajo.
Necesidad
de realizar evaluación de riesgos en la vuelta al trabajo
El
primer aspecto que remarca esta guía de la EU-OSHA es la necesidad de
evaluar los riesgos laborales para poder adoptar medidas acordes al riesgo de
contagio. Este hecho tiene apoyo legal en nuestro sistema normativo, en el
artículo 16.2 Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Es
decir, si en la vuelta al trabajo se van a producir cambios organizativos, se
debe realizar una nueva evaluación. Los Delegados de Prevención, así como la
plantilla, deben ser escuchados y consultados para adoptar las medidas más
convenientes. Estas medidas deben ser estipuladas siguiendo los principios de
la acción preventiva, eliminando el riesgo de contagio o minimizando su
exposición aplicando antes medidas colectivas de protección que medidas
individuales.
Para
minimizar la exposición al contagio proporcionan las siguientes medidas:
- Comprobar que solo los trabajadores que son esenciales para el trabajo estén presentes en el lugar de trabajo y minimizar la presencia de terceros.
- Aislar a los trabajadores que puedan realizar sus tareas individualmente, de forma segura y que no requieran equipos especializados o maquinaria que no se pueda mover.
- Limitar la interacción física con y entre clientes.
- Colocar barreras impermeables entre los trabajadores, especialmente, si no es posible que mantengan una distancia de dos metros entre ellos.
- Si se ha identificado un riesgo de infección a pesar de haber aplicado todas las medidas de seguridad, entonces se debe facilitar todos los EPI necesarios.
Adaptar
la distribución del lugar de trabajo
En
caso de que el centro de trabajo haya estado cerrado, se debe adaptar la
distribución del lugar y la organización del trabajo para reducir la
transmisión del covid-19 antes de retomar la actividad y de que toda la
plantilla regrese al lugar de trabajo, tomando medidas para proteger a los más
vulnerables a la infección, las trabajadoras embarazadas, personas mayores, con
enfermedades crónicas y con familiares de alto riesgo.
En
esta vuelta al trabajo, se debe valorar el ofrecimiento de servicios profesionales
de ayuda psicológica ante situaciones de estrés y ansiedad de personas con
diversas dificultades derivadas de la crisis sanitaria. Para prevenir los
problemas de ajuste por los cambios se deben trasladar elementos para que la
persona desarrolle competencias como autonomía, flexibilidad y adaptabilidad.
Consecuencias
en las personas que han sufrido la enfermedad
En
relación con el nivel de absentismo, desde la EU-OSHA nos recuerdan que
las personas que han sufrido la enfermedad con consecuencias graves necesitarán
un tiempo extra de rehabilitación y adaptación al puesto.
Según
estadísticas, una de cada seis personas que sufre el contagio desarrolla una
enfermedad grave previa y dificultades para respirar por lo que hay tener
presente que la menor capacidad pulmonar hará que se deba adaptar el puesto de
trabajo a estas nuevas peculiaridades de la persona, ya que pueden aparecer la
debilidad muscular y los problemas de memoria y concentración.
Ante
las faltas de asistencia por haber sido afectado por la enfermedad no se debe
sobrecargar a las personas que inician su vuelta al trabajo. Para ello, la
actuación de los mandos intermedios es muy importante para detectar situaciones
de fatiga que pueden conllevar accidentes por lo que se deben respetar las
normas y acuerdos sobre horarios de trabajo, períodos de descanso y pausas
activas. La formación y capacitación es una forma de motivación que las
empresas deben utilizar para sustituir a las personas “clave” de la
organización y para comprobar si el plan formativo es efectivo o se debe
actualizar.
Medidas
para minimizar los riesgos del teletrabajo
En
cuanto al teletrabajo, la EU-OSHA pide colaboración entre empresas y personal
para configurar el puesto de trabajo y para evaluar los riesgos. En este sentido,
tienen en cuenta que los puestos no se han podido preparar adecuadamente por lo
que sugieren las siguientes medidas para minimizar los riesgos:
- Permitir que las personas trabajadoras se lleven a casa de forma temporal los equipos que utilizan normalmente para trabajar.
- Recordar la formación ergonómica postural ya impartida para la configuración correcta del puesto.
- Alentar los descansos para la vista y los cambios de postura.
- Implantar medidas tecnológicas para que la comunicación formal e informal fluya tanto vertical como horizontalmente. De esta forma, se podrán prevenir factores de riesgo, aislamiento y de apoyo social.
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