Se inició en
2017 el proyecto de receta electrónica en la Mutualidad. En el Plan de
Impulso 2017-2020 se incluye el proyecto de implantación, tanto para los
mutualistas de adscripción a entidades de seguro como para aquellos que han
elegido el INSS.
Para poder
llevar a cabo este proyecto se ha tenido que realizar un plan completo de
alianzas con los distintos actores, públicos y privados (servicios públicos
de salud, Ministerio de Sanidad, Organización médica Colegial, INSS-
Tesorería, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia, etc).
Durante el estado de alarma
de la crisis sanitaria iniciada en marzo de 2020, se evidencian las bondades de la receta electrónica y
se hacen más patentes, si cabe, los perjuicios de no contar con ella. Se
torna imperioso vencer las dificultades y apostar por articular opciones,
aunque sea de modo provisional.
SOLUCIONES PROVISIONALES ALTERNATIVAS A LA RECETA ELECTRÓNICA:
Denominamos
así tanto a las distintas soluciones temporales que se están arbitrando por
MUFACE y las comunidades autónomas para los mutualistas de opción de servicio
público de salud, como a la que se está preparando entre MUFACE y las
cuatro entidades concertadas para poner en marcha un sistema que
permita obtener la prescripción sin desplazarse. En uno y otro caso se trata de
soluciones provisionales, ya que el proyecto de receta electrónica seguirá
implantándose en sus términos actuales cuando finalice el estado de alarma.
DOS
VERTIENTES DEL PROYECTO, SEGÚN LA ELECCIÓN DE LOS MUTUALISTAS
1. MUTUALISTAS QUE HAN ELEGIDO OPCIÓN SANITARIA
PÚBLICA.
Los
mutualistas adscritos al INSS para las prestaciones sanitarias se integran
paulatinamente en los sistemas de prescripción de los diferentes Servicios
Públicos de Salud (SPS). La primera Comunidad Autónoma en incorporar a los
mutualistas fue Extremadura en 2014, y en 2019 se incorporaron tres nuevas
comunidades autónomas: el 1 de julio de 2019 Cantabria y Aragón y el 4 de noviembre
Asturias. Durante el estado de alarma por la crisis sanitaria provocada por la
pandemia de coronavirus se incorporan la Comunidad Valenciana, el País Vasco y
Cataluña, en abril, y Navarra el 4 de mayo de 2020. También Andalucía inicia el
4 de mayo un piloto para la implantación y Castilla La Mancha prepara su
incorporación inminente al sistema...
Progresivamente,
se irán incorporando nuevos Servicios Públicos de Salud, y cuando estén todos
adheridos se logrará la deseada interoperabilidad.
Esto quiere
decir que en el momento actual, en las comunidades autónomas que han implantado
la receta electrónica para los mutualistas adscritos al SPS, el
titular/beneficiario sólo puede obtener el medicamento por receta electrónica
en las oficinas de farmacia de su comunidad autónoma, puesto que no podrá
existir interoperabilidad hasta que no se haya implantado la receta electrónica
en todas las CCAA.
Comunidades autónomas que han acordado con MUFACE soluciones
provisionales para los mutualistas de opción pública.
Las
comunidades autónomas que han arbitrado soluciones provisionales alternativas,
sobre la base de los términos adoptados por la Comisión Central de
Farmacia son, actualmente y por el momento, Galicia, Madrid, Islas Baleares, Murcia
y Canarias. Sin ser un sistema permanente, sino ligado a la crisis sanitaria y
el estado de alarma, en todas ellas salvo en Madrid se
garantiza que el mutualista hará la aportación económica que le corresponde
según medicamento en el ámbito MUFACE.
También Castilla y León pone en
marcha el 9 de abril una solución con la que se evita que el mutualista
acuda al médico, aunque es mixta, ya que una vez que haya tenido cita de
atención primaria por teléfono, App o Internet, deberá ir al centro de salud a
recoger la receta en papel, receta que se expide con el formato Sacyl.
En Madrid,
el mutualista disfrutará de la prescripción electrónica por parte del servicio
público de salud, pero deberá aportar el 100% del precio del medicamento y
solicitar después el reintegro del gasto a MUFACE aportando la factura, por la
parte de dicho precio que no debe satisfacer. El reintegro de gasto
farmacéutico puede solicitarse por los medios que pueden verse en este enlace.
En Galicia,
la singularidad es que el mutualista deberá llevar a la farmacia, una vez
realizada la prescripción electrónica por facultativo, las recetas en blanco de
MUFACE que se precisen, y en este caso abonará la aportación que le
corresponda, sin necesidad de reintegro posterior.
Se trata de
sistemas de prescripción no presencial que, como se decía, arbitra cada
comunidad en colaboración con MUFACE, respetando unos mínimos en cuanto a la
constancia de la prescripción, dispensación y facturación. Permiten que él
o la mutualista, tras contacto telefónico o telemático, pueda adquirir el
medicamento o producto en la farmacia.
2. MUTUALISTAS QUE HAN ELEGIDO
ENTIDAD SANITARIA CONCERTADA
Para los
mutualistas de adscripción a Entidades de Seguro para las prestaciones
sanitarias, se ha creado el Sistema de Receta Electrónica de MUFACE, que recibe
el nombre de SIREM. Este sistema permite la prescripción para aquellas
Entidades de Seguro que no tienen sistema propio, la interconexión con los
sistemas externos de prescripción de las diferentes entidades y la
interconexión con las Farmacias para su dispensación. Si desea información
específica sobre este sistema, como mutualista o facultativo, entre en la
web SIREM.es
Solución provisional alternativa para los mutualistas de opción
privada para la situación creada por el estado de alarma COVID-19
A partir de
los acuerdos de la Comisión de Farmacia y en colaboración con las cuatro
entidades concertadas y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia
(CGCOF), también los mutualistas de opción concertada podrán evitar
los desplazamientos para obtener su prescripción de medicamentos. Se
trabaja intensamente en una solución temporal basada en los desarrollos de
receta electrónica que ya estaban realizándose en MUFACE (SIREM)
y CGCOF (NodoFarma)
y que permitirá evitar que en esta
situación excepcional se tengan que romper aislamientos o vulnerar
restricciones de movilidad por acudir al médico o el centro sanitario.
Buscando la
facilidad para el mutualista, la forma de identificarse en este sistema será el
CIP SNS (Código de Identificación Personal del Sistema Nacional de Salud) que
aparece en su tarjeta de entidad sanitaria y que como identificador es común a
todos los beneficiarios del SNS, sean de régimen general o de régimen especial.
Con este documento, el médico puede identificar al mutualista o beneficiario en
el sistema y prescribirle la medicación, y se podrá adquirir el producto
en la farmacia con la aportación habitual, sin necesidad en ningún
momento de receta en papel. Adicionalmente, el médico suministra la Hoja de Tratamiento,
que es un documento donde se informa sobre la duración del tratamiento y la
dosis.
El proyecto SIREM se desarrolla
en MUFACE con el objetivo es que todos los mutualistas de entidades concertadas
disfruten de las ventajas de la prescripción electrónica, así que una vez
implantado en esta primera fase se pondrá a disposición de todas las entidades
concertadas, con el fin de que los mutualistas puedan acceder a este servicio
lo antes posible. Los desplazamientos a las consultas son desaconsejables mientras rige
el estado de alarma o, en su defecto, determinadas restricciones de circulación
que puedan suceder a esta situación en el tiempo, y el menor riesgo de los
mutualistas ha de ser el objetivo a cumplir.
En este
momento, mayo de 2020, y aparte del proyecto implantado en Cantabria, existen
canales de telemedicina y telefónicos abiertos por las entidades
concertadas que permiten que se emitan prescripciones electrónicas privadas por
facultativos de las mismas (soluciones alternativas provisionales, que no son
receta electrónica). Una vez obtenida esa prescripción, se pueden
adquirir los medicamentos en la farmacia pagando el 100% de su precio de venta
al público, y debiendo posteriormente el mutualista solicitar el reintegro que
corresponda a MUFACE, con factura y siempre y cuando el producto esté
cubierto en el SNS.