USO APOYA LAS MOVILIZACIONES DE LOS TRABAJADORES PÚBLICOS TEMPORALES
Durante los últimos días se han venido sucediendo diversas concentraciones a lo largo del
país para exigir al Gobierno que tome medidas de cara a solucionar el problema
de la temporalidad en la Administración. Así se han sucedido las protestas en Andalucía, Canarias, Cantabria y Asturias con un
gran apoyo por parte de las trabajadoras y trabajadores.
Llevamos muchos años, de hecho hay personas que llevan trabajando para la Administración con contratos temporales durante más de 30 años, que se ha adoptado por parte de los distintos niveles de Administración, estatal, autonómica y local, una forma de cubrir puestos, que son estructurales a todas luces, con personal temporal que ha ido encadenando contratos, en fraude de ley, durante años.
Desde la FAC-USO hemos apoyado todas y cada una de las manifestaciones que se han celebrado y apoyaremos las que se celebren, porque no entendemos que en pleno siglo XXI tanto la Administración como los sindicatos autodenominados “mayoritarios”, que son los causantes del problema, sean capaces de dar la espalda al colectivo del personal temporal.
La única solución aportada al respecto consiste en convocar una serie de procesos de estabilización, esto es oposiciones puras y duras, a las que se tendrá que presentar gente que además de llevar décadas realizando el trabajo para el que ahora se les obliga a opositar, en su momento la gran mayoría ya superó un proceso selectivo en el que tuvo que demostrar su mérito y capacidad para el puesto.
A esto hay que añadir que en general se trata de personas de cierta edad que hace muchos años dejaron de estudiar y ahora se van a ver obligados, debido a las malas prácticas de las diferentes Administraciones, a presentarse a unas oposiciones en las que se les van a exigir unos conocimientos que probablemente nunca volverán a usar en su trabajo diario, que recordemos llevan años desempeñando.
Por si fuera poco, la Administración, que es la causante de la situación, dejando de convocar a lo largo de muchos años las plazas, cambiando contratos a personas que luego se ha demostrado que seguían haciendo el mismo trabajo, etc, pretende ahora que sus despropósitos los paguen los trabajadores y trabajadoras, convocando en connivencia con los sindicatos “mayoritarios”, unos procesos selectivos que dan la espalda a las trabajadoras y trabajadores afectados.
