lunes, 30 de agosto de 2021

Enfermedades profesionales: las grandes olvidadas


 Las Enfermedades Profesionales son las grandes olvidadas pues sus consecuencias más graves no son inmediatas, sin embargo para los trabajadores/ras pueden llegar a ser las más nefastas en cuanto a calidad de vida.

En medio de una crisis sanitaria y del empleo, dónde hemos constatado la importancia de la Salud en nuestra vida y en trabajo, nos vemos inmersos en un contexto de brutal retroceso, no sólo de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, sino también en materia de Seguridad y Salud laboral.

Esta situación está teniendo dramáticas consecuencias y los datos que revelan el abandono de las políticas de Prevención de Riesgos Laborales.

Este incremento es más significativo si tenemos en cuenta las trabas de Mutuas y empresas para el reconocimiento del origen laboral de accidentes y enfermedades. Desde el área de Seguridad y Salud Laboral de USO denunciamos que este problema es e grave en el caso de las enfermedades que causa el trabajo, que suelen considerarse como Contingencias Comunes.

Las Enfermedades Profesionales son las grandes olvidadas de la prevención, dado que sus consecuencias no son instantáneas, se infradeclaran y se ignora que es necesario combatir los riesgos que las provocan, de hecho, se ha estimado que el 83% de las Enfermedades Profesionales no son reconocidas como tales. Según la OIT las enfermedades profesionales causan un número de muertes seis veces mayor que los accidentes laborales.

Si no se reconoce el problema, no se actúa

Al no ser reconocido su origen laboral no sólo la prestación que se recibe es menor, sino que se contribuye al aumento de casos. La situación económica, el desempleo y la precariedad hace que muchas personas acaben acudiendo al trabajo enfermos/as por miedo al despido o se den de alta de forma prematura, exponiéndose a aquello que les enferma y aumentando el peligro de accidente laboral.

Desde USO exigimos a las Administraciones Públicas que deben garantizar la protección de la salud, poniendo como prioridad establecer políticas para el adecuado reconocimiento del origen profesional de todos los accidentes y enfermedades que lo sean, así como para hacer cumplir a las empresas y a la administración sus obligaciones en materia de Salud Laboral.