FIASCO DE LAS 8 SEMANAS RETRIBUIDAS
Desde la FAC-USO hemos tenido conocimiento de que previsiblemente el permiso parental de 8 semanas retribuido no verá la luz en el mes de agosto, tal y como exigía Europa, y que el permiso de maternidad de 20 semanas se pospone. En 2019 entró en vigor la directiva europea para la conciliación de la vida familiar, dicha directiva establecía un plazo de cinco años para aplicar alguna de sus medidas. Lo que a todas luces pudiera parecer un plazo más que suficiente para llevarlo a efecto, ha resultado ser, para este gobierno, insuficiente y a falta de 15 días para que acabe el plazo todo apunta a que no será remunerado en el plazo establecido por Europa, algo que podría conllevar sanciones para nuestro país.
Ya en su momento, en un artículo que publicamos en nuestra web, solicitábamos que se implementase alguna fórmula mediante la cual este permiso fuera retribuido, aludiendo a que dicho permiso no debía ser visto como un privilegio sino como un “permiso parental, que debiera incentivar la corresponsabilidad y permitir a las personas trabajadoras conciliar”. Lamentamos profundamente que nuestras peticiones cayesen en saco roto y no se vaya a llevar a cabo nuestra reivindicación.
Para la implementación de este permiso se debería haber aprobado un reglamento que regulase aspectos tan relevantes como: ¿Quién lo pagará? ¿Cómo se pagará? ¿Cómo y quien gestionará los trámites necesarios para percibir el abono del permiso? Etc. En pocas palabras, cuestiones que afectan a la implementación del permiso. No habiéndose aprobado dicho reglamento, y viendo en qué fechas nos encontramos, vemos muy difícil que pueda llevarse a efecto el permiso tal y como debería. La dejadez de este gobierno junto con la connivencia de los agentes sociales implicados en la negociación del mismo ha hecho que no se regule reglamentariamente el permiso a su debido tiempo.
Una vez más presenciamos cómo el gobierno reacciona de manera oportunista ante la opinión pública, ofreciéndonos un permiso que, aunque en principio pueda parecer un avance en materia de conciliación familiar y laboral, resulta ser poco beneficioso para los trabajadores al no estar acompañado de una remuneración adecuada. Esta actitud pone de manifiesto la falta de compromiso de este gobierno con el bienestar de los trabajadores, patente en reiteradas ocasiones a través de incumplimientos y promesas vacías. Es evidente que esta administración se caracteriza por su retórica grandilocuente, pero su historial demuestra que nadie hace promesas más vacías que aquellos que no tienen intención alguna de cumplirlas.
Esperamos que a la vuelta de las vacaciones se actúe con diligencia para poder aprobar cuanto antes la remuneración del permiso y las 20 semanas de maternidad. Habría sido especialmente beneficioso hacerlo antes del inicio de las vacaciones de verano, ya que en ese período las familias suelen enfrentar mayores dificultades para conciliar debido al tiempo libre de los niños. Ha quedado así patente que la preocupación real por la conciliación familiar dista mucho de ser una prioridad para esta administración
