El secretario general de la USO, Joaquín
Pérez, ha exigido en León, donde el sindicato ha celebrado la manifestación
central de este 1 de Mayo, que los salarios se recuperen de una vez, que se
cree empleo estable y de calidad, y que las pensiones se blinden en la
Constitución porque “la recuperación económica en nuestro país lo es solo para
unos pocos. La factura de esta crisis, la deuda, la hemos pagado y la estamos
pagando la ciudadanía trabajadora, dejando a mucha gente sin empleo,
desprotegida, con una pronunciada precarización del mercado laboral y un
vertiginoso descenso de salarios y pensiones. Porque ya hemos pagado la deuda
de la crisis y ha llegado el momento de cobrárnosla”.
Ante las más de
2.000 personas que han recorrido las calles de León, Pérez ha defendido que los
salarios, las prestaciones y las pensiones no pueden seguir perdiendo poder de
compra. “Basta ya de colores, de rentabilismos y politiqueos: no habrá una verdadera
recuperación sin trabajo digno y hasta que los salarios y las pensiones no
salgan de la crisis”, ha sentenciado.
Pérez también ha
hecho un llamamiento a que el diálogo social se abra a otras organizaciones
sindicales porque “este país necesita un sindicalismo plural, como lo es la
sociedad. Ahora más que nunca, cuando estamos asistiendo a transformaciones muy
importantes del contexto político, económico, social, y laboral, es urgente
superar el bisindicalismo”. En este sentido, ha reclamado la modificación de la
Ley Orgánica de Libertad Sindical y la legislación de elecciones sindicales
“porque no tiene ninguna justificación que siga habiendo privilegios y reglas
del juego diferentes. Ya es hora de democratizar el panorama sindical”.
Durante el mitin
que ha cerrado este día reivindicativo, el secretario general de USO, Joaquín
Pérez, ha hecho un reconocimiento al trabajo y compromiso de los
castellano-leoneses “por todo lo que aquí se ha hecho por dignificar el trabajo
y por lo que aquí se ha luchado para conquistar las grandes mejoras sociales y
laborales”, así como a los 200 mineros de la Asturleonesa, que llevan cinco
meses sin cobrar sus nóminas y aguardando la inminente liquidación de su
empresa.
Tampoco se ha
olvidado de los miles de trabajadores de seguridad privada empleados por
empresas pirata que “han construido su fortuna a base de impagos e
incumplimientos con sus trabajadores”, ni de los empleados de todos los
sectores que están viviendo regulaciones; de quienes padecen las subrogaciones
que rozan el esclavismo; de los funcionarios que sufren la discriminación
territorial y de los trabajadores de la enseñanza que padecen esa misma
discriminación según el tipo de centro en el que trabajan.