El recorte al sueldo de los funcionarios vuelve
como una posibilidad en los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2021.
“Una nueva congelación de las retribuciones de los empleados públicos sería una
nueva afrenta, un nuevo recorte a acumular a todos los que se han venido
sufriendo durante décadas y que ha supuesto una grave pérdida de poder
adquisitivo acumulada”, reivindica Luis Deleito, secretario general de la
Federación de Atención a la Ciudadanía de USO (FAC-USO).
FAC-USO considera que nuevos recortes a sueldo de los funcionarios no es el camino a seguir por una Administración que tanto tiene que agradecer a sus empleados y reclama que el Gobierno corrija los graves déficit de personal y problemas en la gestión, que con frecuencia vuelven ineficaces a los servicios públicos, restando operatividad y calidad en su prestación.
Pérdida
de poder adquisitivo de los empleados públicos
FAC-USO considera que ningún Gobierno, incluido el
actual presidido por Pedro Sánchez, aprecia la labor de los empleados públicos.
A la contratación de servicios públicos a empresas privadas en cuanto hay
oportunidad se suma el hecho de que no se plantean aumentar la oferta de empleo
público, dejando sin resolver el déficit y el envejecimiento de las plantillas.
Tampoco existe ninguna voluntad política de recuperar
la maltrecha estructura salarial de los empleados públicos. “El sueldo de los
funcionarios se recortó entre el 5% y el 7% en 2010. Y todos estos recortes han
supuesto una pérdida de poder adquisitivo cercana al 16%, sólo en la última
década”, puntualiza Deleito.
Este recorte del sueldo de los funcionarios y la
pérdida de poder adquisitivo es una realidad, por mucho que desde el Gobierno,
concretamente por parte de la ministra Calviño, se asegure que los empleados
públicos han ganado poder adquisitivo en los últimos años.
“Es fácil entender que el Gobierno intentará de
nuevo ponernos en contra a la opinión pública para justificar los recortes que
tenga preparados. Pero desde USO queremos recordarle que son esos mismos
empleados públicos a los que ahora quiere castigar en sus retribuciones, los
que han hecho posible tramitar los ERTES, el ingreso mínimo vital, y todos los
servicios que la ciudadanía ha necesitado de forma urgente”, apunta el
secretario general de FAC-USO.
Hablamos de colectivos a los que los ciudadanos han
aplaudido desde sus balcones durante todo el estado de alarma: sanitarios,
bomberos, policía, personal de limpieza, personal sociosanitario, etc. “Todos
ellos son empleados públicos que, como reconocimiento a su excelente labor, se verán
afectados por los recortes salariales que se adopten en los Presupuestos
Generales del Estado. De esta forma agradece el Gobierno, el esfuerzo personal,
dedicación y trabajo durante esta pandemia”, critica Deleito.
Sin
próxima reunión de la Mesa General de Función Pública
Al agravio que supondría un nuevo recorte al sueldo
de los funcionarios, se suma la nula reacción de los sindicatos presentes en la
Mesa General de Función Pública, responsable de negociar la subida salarial,
especialmente de CCOO y UGT.
¿Por qué no estos sindicatos no han exigido de
forma urgente la reunión de la Mesa para iniciar las negociaciones? ¿Por qué
faltando sólo dos semanas para que se cumpla el plazo en que el Gobierno
presente el proyecto de PGE, todavía no se han reunido? Para Deleito, este es
“un silencio más que sospechoso por parte de aquellos que dicen representar a
todos los empleados públicos”.