Recordemos que de este organismo dependen prestaciones tan importantes como son: las prestaciones por ERTE, las prestaciones contributivas, los subsidios por desempleo, la Renta Activa de Inserción (RAI), el Subsidio Extraordinario por Desempleo (SED), el subsidio para mayores de 52 etc. Todas ellas prestaciones destinadas a los más desfavorecidos, aquellos que este Gobierno se jacta de defender, pero que a la vista de los hechos parece que solamente de cara a la galería porque la realidad es muy distinta a lo que luego nos quieren venden desde Moncloa.
USO defiende
desde hace ya más de 30 años la integración del SEPE en las EEGG de la
Seguridad Social (propuesta a la que se fue sumando algún que otro sindicato).
Uno de los grandes problemas que
tiene el SEPE y debido al cual está abocado al colapso si no se pone remedio
pronto, es que sufre la falta de una organización de trabajo común a todas y
cada una de las provincias, promovida y coordinada por la Dirección General. Cada
provincia hace y deshace a su propia conveniencia en todos los aspectos del
trabajo y como ejemplo, aunque malo, podemos poner el hecho de que se animase
desde la Dirección General del SEPE a las respectivas provincias a cerrar
durante semanas la aplicación de cita previa para la atención de la ciudadanía,
y así lo hicieron la mayoría de ellas, aunque no todas. Una aplicación de cita
previa que lleva presente en el Organismo desde el 2010 aproximadamente, y cuyo
cierre supuso dejar como únicos canales de interacción con el usuario, internet
con las presolicitudes y los teléfonos bloqueados por saturación. Esto produjo
el mayor colapso a todas luces de la atención al público en el SEPE desde que
se tiene memoria, y todos nos acordamos de aquellas colas que daban la vuelta a
la manzana de las oficinas de prestaciones. Una cita previa que con las
oficinas cerradas al público y en plena pandemia, telefónicamente encontraba
con frecuencia una solución a los trámites que tuviese que realizar el
ciudadano/a citado.
Dicho trabajo de atención al
público se viene realizando con los propios medios de los trabajadores del
Organismo, puesto que el SEPE no les proporciona ni los teléfonos, ni los
ordenadores y ni tan siquiera la conexión a internet; y a pesar de usar sus
propios equipos tampoco son compensados por ello. Pero claro, esto no era
importante para el gobierno. Lo único importante era vender a la opinión
pública los ERTES que, por cierto, tramita el personal del SEPE en condiciones
penosas y aun así con gran profesionalidad. Existe una gran diferencia entre
tener una idea, y llevarla a efecto con una gestión eficaz, poniendo los medios
humanos y materiales suficientes para ello. A la vista está que este gobierno
ha sido incapaz, y tampoco parece que tenga voluntad de poner los medios
suficientes que puedan llevar a una solución en un futuro próximo, y nos
tememos que a medio plazo tampoco.
Y por si esto no fuera
suficiente, nos encontramos además con:
• Unas aplicaciones
informáticas obsoletas que no dan respuesta a las necesidades de los
usuarios que acuden a las oficinas del SEPE.
• Se
mezclaron millones de solicitudes de prestaciones por el COVID19 con una
deficiente organización del trabajo desde la Dirección General del SEPE provocando
el mayor CAOS que se recuerda en la historia de este Organismo.
• Una
plantilla a todas luces insuficiente a consecuencia de la ausencia de
reposición de plazas, las masivas “huidas” de compañeros a otros Organismos y
la falta de contratación.
• Un
trabajo cada día más complejo que el anterior por las nuevas y variadas
prestaciones que aparecen, además de la extensa, compleja y confusa normativa
que hay de todas ellas, más todos los correos aclaratorios e indicaciones que
salen todos los días.
• Una
RPT desfasada, de principios del siglo pasado, que necesita de una completa
actualización donde se identifique cada una de las plazas con su localidad y
oficina.
• Un
reparto de productividad subjetivo, que depende únicamente del criterio del
director provincial de turno y carece de la publicidad y transparencia
necesarias.
• El
no haber retribuido todavía las horas extras trabajadas por las tardes, sábados
y festivos para reconocer los millones de expedientes de ERTES que
“llovieron” de la noche a la mañana. Esto ha supuesto una desmotivación en toda
regla para la inmensa mayoría de la plantilla del SEPE.
• El
ritmo frenético de trabajo sin tregua desde marzo que ha provocado y
provoca infinidad de lesiones, dolores y enfermedades para muchos trabajadores
y trabajadoras del SEPE.
• La dejadez y el desprecio absoluto hacia la salud de los
trabajadores y sus familias al no respetar los principios básicos de la Ley
de Prevención de riesgos laborales, abriendo oficinas al público sin tomar las
medidas preventivas necesarias para evitar el contagio del COVID19 aun teniendo
en mente la desagradable experiencia vivida en marzo, abril y meses sucesivos
en cuanto a compañeros y compañeras que cayeron enfermos por el virus en los
propios centros de trabajo del SEPE.
La enorme presión a la que está sometida el personal del SEPE es
incalificable: presión por parte de los usuarios y usuarias, presión por parte
de la opinión pública y presión de los propios gestores del SEPE que todavía
creen en los milagros y en que se podrá sacar adelante tal avalancha de
expedientes con los medios disponibles. ¡Cómo se nota que ellos no tramitan
expedientes, ni gestionan bien! Mas presión a aplicar a un personal que está
totalmente extenuado. ¿HASTA CUANDO?
Desde USO queremos decir que ¡BASTA
YA DE ABUSOS! y de jugar con los trabajadores y trabajadoras y sus trabajos
utilizándolos políticamente. Por ello hemos solicitado una reunión con la
ministra Yolanda Díaz para tratar estos temas y exigirle que les ponga solución
de inmediato antes de que sea tarde.
USO
quiere trasladarle a los compañeros y compañeras del SEPE un mensaje de ánimo
en estos difíciles momentos. Saben que son grandes profesionales y que, a pesar
de todo, una mayoría de la ciudadanía reconoce que están haciendo lo imposible
para que todo salga adelante y que gracias a ellos y ellas todavía no ha
colapsado el SEPE. Por supuesto también queremos comunicaros que tenéis
abiertas las puertas de nuestra organización y el apoyo de todos y todas
nuestras delegadas y delegados para asesoraros en lo que necesitéis y en caso
de que consideréis que se están conculcando vuestros derechos animaros a
emprender las acciones legales que sean oportunas contra este atropello que
estáis sufriendo por parte de un gobierno que dice ser progresista pero que no
duda en despreciar a sus trabajadoras y trabajadores.