El IPC de noviembre sigue en descenso con respecto a 2019, pero hay un cambio de tendencia en los grupos de productos que suben de precios, como se refleja en el resumen del INE. “Ni siquiera este invierno, con cientos de miles de familias sin ingresos, el coste de la electricidad da un respiro. Los precios relacionados con vivienda, especialmente la energía, pero también el gasóleo de calefacciones, son los que más han subido. Si otros años el drama de la pobreza energética en estas fechas era acuciante, este 2020 aciago ya es extremo”, denuncia Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.
Un
respiro han dado algunos alimentos básicos, como frutas, legumbres y
hortalizas. Desde el inicio de la pandemia, este grupo había disparado sus
precios mes a mes. “No es un asunto menor hablar mes a mes de subidas en el
precio de la fruta. Estaba empezando a generarse una brecha nutricional entre
quienes peor lo están pasando y las personas que sí podían comprar estos
alimentos”, advierte García.
La caída del
empleo agrícola, gran perjudicado por la pandemia, repercute en los precios
Para
USO, el gran problema de empleo que ha padecido el campo está tras este
encarecimiento. “Ha habido unas medidas de seguridad que comprendemos, pero ha
faltado fomentar las relaciones entre personas en paro y empresas agrícolas que
se han quedado sin mano de obra por las restricciones de movilidad. Se ha dado
una espiral que ha perjudicado a todos, a empresas, trabajadores y consumidores
finales”, concluye Sara García.